En Diciembre de 1816, se presenta en la casa de los Salavarrieta, el coronel patriota José Ignacio Rodríguez, enviado por los Almeyda, para encomendarle a la Pola un trabajo para la patria. Le proponen actuar en Santafé como espía y enlace de los grupos patriotas; el coronel, le entrega un salvo conducto con pasaportes falsos y claras instrucciones de lo que debía hacer en la capital, debía informar sobre las tropas españolas, y conseguir la lista de los patriotas perseguidos. Junto a su hermano Bibiano, la Pola viaja a Santafé en enero de 1817, para huir de amenazas clandestinas, e iniciar su táctica como espía y por supuesto para servir a su patria. Al llegar a Santafé se hospeda en la casa de Doña Andrea Ricaurte de Lozano, conocida como la casa de las treinta y nueve llaves que fue usada como base para dirigir parte de la rebelión. Mientras tanto los hermanos Almeyda pasaban por una serie de juicios, ante las autoridades españolas, logrando sobrevivir por medio de sobornos.
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La Pola transcribiendo información recibida |
La Pola empieza a dirigir las fuerzas rebeldes, manejaba el grupo de espías y de guerrillas que se encontraban en los diferentes pueblos de la Nueva Granada y ayudaba a incorporar nuevas fuerzas para la batalla. El ejército patriota con la colaboración de la información brindada por los espías y de más colaboradores, lograron sorprender y truncar el desempeño del ejército español, como sucedió en Chire el 27 de marzo 1817 cuando el ejercito patriota sorprendió un batallón español que se encontraba dormido, acabando con toda la guarnición, despojándolos de municiones, uniformes y armas; vistieron los uniformes y haciéndose pasar por soldados españoles se apoderaron de Pore la capital de los llanos. Con este tipo de estrategias el ejército patriota logra abarcar y arrebatar los terrenos dominados por los españoles.
La comunicación que manejaba la Pola, siempre se mantuvo por medio de cartas, cuyos contenidos iban desde información de los movimientos de los españoles, hasta cartas de familiares a los soldados brindando alientos; encargándose también de enviar los dineros suministrados a los ejércitos patriotas. Aprovechando la ventaja de su oficio, como costurera, la Pola aguza el oído en las encopetadas casas de los realistas en búsqueda de información de todo tipo, el éxito de la Pola se debió al anonimato que manejo en Santafé.
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La casa de la señora Andrea Ricaurte era conocida como la "Casa de las 39 llaves" |
Ella se movía en silencio en medio de las casas y si alguien preguntaba, lo único que sabían era que la Pola venía de Guaduas. En la casa de la señora Andrea se realizaban encuentros de las fuerzas patriotas, donde asistían militares criollos y mujeres que al igual que la Pola servían de espías, algunos rumores dicen que las mujeres escondían en naranjas ahuecadas las misivas, su santo y seña era “Vencer o Morir”.
La segunda ilustración, la de "la casa de las 39 llaves" es definitivamente mi ilustración favorita de todo el proyecto, es muy interesante, muy bien desarrollada y creo que ejemplifica en su totalidad el concepto por el que se inclinó el ilustrador.
ResponderEliminarCon sus colores terracota, cálidos, con texturas que acompañan la "dureza" del ambiente y el tramado junto a la sombra digital que le da fuerza al lenguaje de la imagen.
Definitivamente expresa una época colonial de conflicto social.